Querida Nika (así te llaman los chefs, no?),
Tu vasta actividad blogística me ha inspirado compartirte la receta que preparé esta noche intitulada "Lomo Patagónico" cargada, como no podía ser de otra manera, de algunas anécdotas por sus ingredientes. Los comensales quedaron satisfechos, así que, aquí voy (y te dejo la foto para que ilustres tu blog, en caso que quieras publicarla):
Lo que lleva (para 3 1/2 comensales):
Lomo (eso es evidente) ............................ 500g
Cebollas .................................................. 2
Caldo para saborizar de verduras ............... 1 sobre
Hongos de morillas deshidratados.............. 15 g
Jerez ........................................................ 2 tazas
Miel de Montaña ....................................... 1 cucharada de té (generosa)
Aceite de Oliva ......................................... 4 cucharadas soperas (aprox)
Sal, Pimienta, Ajo en Polvo, Paprika ...........cantidad necesaria
Como verás, esta receta lleva algunos ingredientes poco habituales, tal vez diferentes, de esos que me gusta ir coleccionando cada vez que puedo abandonar esta ciudad de la furia (gracias Cerati!). Por ejemplo, la Miel de Montaña, que todavía conservo de nuestro primer - y hasta ahora único - viaje a Colonia con Andre, cuando apenas en los corazones empezaba a gestarse la idea del proyecto común. Aunque de esto ya pasaron algunos años, por suerte, siendo miel, todavía se conserva bastante bien.
Además, y luego de guardarlos celosamente algunos meses, utilicé los míticos hongos de morillas - digo, porque son muy difíciles de conseguir - que compramos en Bariloche durante los días que allí compartimos con Majito y Sebas. Espero que este ingrediente despierte tu curiosidad gastronómica, así que no voy a adelantarte nada sobre ellos, sólo decirte que son el ingrediente clave del plato, y aunque haya que empeñar algo para tenerlos, vale la pena!
La última anécdota es para la paprika, polizón de una valija proveniente de mis días en Viena. Lamento que en el equipaje no se hayan colado más bolsas, porque la diferencia es notoria !!! De todas formas, yo ahí no la puse ;-)
A pesar de que en la olla tenemos un paisano de cada pueblo, el conjunto merece el bautizo patagónico de rigor.
La ejecución de la receta es muy simple:
- Se cortan las cebollas y el lomo (en ese orden) en cubos - pequeñas las primeras y medianos los segundos.
- Luego se doran las cebollas y el lomo (en ese orden) en una olla, preferentemente de teflon.
- Salpimentar a gusto. La idea es que la carne vaya liberando su jugo, donde poder disolver el caldo de verduras.
- En un bowl aparte, hidratar los hongos con una taza de agua caliente. Esperar que el agua se entibie y retirar. Colar y reservar tanto el agua como los hongos.
- Colocar el agua de los hongos en la olla y seguir cocinando hasta reducción casi total (ojo que no se queme!). Este es el momento de colocar la paprika, el ajo en polvo y retocar la sal y la pimienta si fuera necesario.
- Sin más demora, colocar las tazas de jerez y seguir cocinando hasta que se evapore el alcohol.
- Retocar con la miel de montaña como para balancear la acidez. Tal vez necesites un poco más de lo indicado, pero ojo que no es un plato agridulce!
- Por último, colocar los hongos ya hidratados y cocinar brevemente.
- Acompañar con un buen puré de papas condimentado con ciboullette.
Qué lo disfruten!
Un beso, Rafa
Tu vasta actividad blogística me ha inspirado compartirte la receta que preparé esta noche intitulada "Lomo Patagónico" cargada, como no podía ser de otra manera, de algunas anécdotas por sus ingredientes. Los comensales quedaron satisfechos, así que, aquí voy (y te dejo la foto para que ilustres tu blog, en caso que quieras publicarla):
Lo que lleva (para 3 1/2 comensales):
Lomo (eso es evidente) ............................ 500g
Cebollas .................................................. 2
Caldo para saborizar de verduras ............... 1 sobre
Hongos de morillas deshidratados.............. 15 g
Jerez ........................................................ 2 tazas
Miel de Montaña ....................................... 1 cucharada de té (generosa)
Aceite de Oliva ......................................... 4 cucharadas soperas (aprox)
Sal, Pimienta, Ajo en Polvo, Paprika ...........cantidad necesaria
Como verás, esta receta lleva algunos ingredientes poco habituales, tal vez diferentes, de esos que me gusta ir coleccionando cada vez que puedo abandonar esta ciudad de la furia (gracias Cerati!). Por ejemplo, la Miel de Montaña, que todavía conservo de nuestro primer - y hasta ahora único - viaje a Colonia con Andre, cuando apenas en los corazones empezaba a gestarse la idea del proyecto común. Aunque de esto ya pasaron algunos años, por suerte, siendo miel, todavía se conserva bastante bien.
Además, y luego de guardarlos celosamente algunos meses, utilicé los míticos hongos de morillas - digo, porque son muy difíciles de conseguir - que compramos en Bariloche durante los días que allí compartimos con Majito y Sebas. Espero que este ingrediente despierte tu curiosidad gastronómica, así que no voy a adelantarte nada sobre ellos, sólo decirte que son el ingrediente clave del plato, y aunque haya que empeñar algo para tenerlos, vale la pena!
La última anécdota es para la paprika, polizón de una valija proveniente de mis días en Viena. Lamento que en el equipaje no se hayan colado más bolsas, porque la diferencia es notoria !!! De todas formas, yo ahí no la puse ;-)
A pesar de que en la olla tenemos un paisano de cada pueblo, el conjunto merece el bautizo patagónico de rigor.
La ejecución de la receta es muy simple:
- Se cortan las cebollas y el lomo (en ese orden) en cubos - pequeñas las primeras y medianos los segundos.
- Luego se doran las cebollas y el lomo (en ese orden) en una olla, preferentemente de teflon.
- Salpimentar a gusto. La idea es que la carne vaya liberando su jugo, donde poder disolver el caldo de verduras.
- En un bowl aparte, hidratar los hongos con una taza de agua caliente. Esperar que el agua se entibie y retirar. Colar y reservar tanto el agua como los hongos.
- Colocar el agua de los hongos en la olla y seguir cocinando hasta reducción casi total (ojo que no se queme!). Este es el momento de colocar la paprika, el ajo en polvo y retocar la sal y la pimienta si fuera necesario.
- Sin más demora, colocar las tazas de jerez y seguir cocinando hasta que se evapore el alcohol.
- Retocar con la miel de montaña como para balancear la acidez. Tal vez necesites un poco más de lo indicado, pero ojo que no es un plato agridulce!
- Por último, colocar los hongos ya hidratados y cocinar brevemente.
- Acompañar con un buen puré de papas condimentado con ciboullette.
Qué lo disfruten!
Un beso, Rafa
